No son los sonidos de la ciudad los mismos.
Ni la luz del atardecer, ni el tiempo en que se enciende
el alumbrado.
Salto de recuerdo en recuerdo como pequeño conejo
acosado.
Las palabras suenan a tambor destemplado.
Adaptación libre del poema "Era una ciudad" de Angelina Muñiz-Huberman
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Querido Ruben, llora a tú Amigo y mantiene la llama de creación que ha dejado, esto es su Recuerdo.
ResponderEliminarTe dejo un bello poema del maestro Drummond de Andrade y un abrazo muy hondo.
TRISTEZA EN EL CIELO
En el cielo también hay una hora melancólica.
Hora difícil, en que la duda también penetra las almas.
¿Por qué hice el mundo? Dios se pregunta
y se responde: No sé.
Los ángeles lo miran con reprobación,
y caen plumas.
Todas las hipótesis: la gracia, la eternidad,
el amor
caen, son plumas.
Otra pluma, el cielo se deshace.
Tan manso, ningún fragor denuncia
el momento entre todo y nada,
o sea, la tristeza de Dios.
Muchísimas gracias, que hermosas palabras y que acertadas. Gracias, de corazón Gárgola
ResponderEliminarya no es lo mismo, cada día es diferente... las luces y las sombras crecen, y los días son más largos...
ResponderEliminarexcelente toma.
saludos
Muchas gracias Paco
ResponderEliminarno se creo que me confundi y no salio el comentario
ResponderEliminarqueia decir que la simetria genera sensacion de irrealidad, o quizá sean los cables,... no se
¿Por qué siempre uno mismo si a veces no tenemos ganas de ser nosotros? Porque alguien necesita que lo seamos (incluso los que ya no están).
ResponderEliminarBello poema.
Un saludo!
Es verdad ya no es lo mismo
ResponderEliminarParece que todo está quieto. Falta algo. No se decirlo en palabras.
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