Seguidores

lunes, 11 de mayo de 2009

De mi buen amigo Fernando Marañón




Decir que el hombre propone y Dios dispone puede sonar a derrotismo al dejar toda decisión o plan fuera de nuestro dominio. No obstante, la máxima tiene tal vigencia en mi vida actual que no puedo sino aceptarla como cierta -por lo menos de momento-. Quiero con ello decir que mi pretendido regreso a vuestra cordial y siempre gratificante compañía no fue sino un espejismo que la realidad se encargó de truncar. Sin embargo no quería dejar de pasar la ocasión de mostraros una genial fotografía de mi buen amigo Fernando Marañón. La foto fue tomada en Málaga y es la bruma que entra desde el puerto e invade la ciudad al atardecer, nada más y nada menos. Creo que la fotografía bien merece hacer una excepción y, porqué no, olvidar un rato los sinsabores que tocan y volver, aunque sea momentaneamente, a gozar de vuestra compañía.

No quisiera despedirme sin agradeceros todo vuestro calor y consideración hacia mi persona y mi trabajo. Nada de lo que he hecho hubiese sido posible sin vosotros. De nuevo GRACIAS.