Un cierto estado febril y la que esta cayendo me han invitado cordialmente a realizar la foto del día en casa. La falta de encuadres adecuados me han obligado a tirar de imaginación. Así las cosas, si sumamos la invitación y la obligación obtenemos como resultado el atardecer reflejado en una bola de cristal. Al menos me ha servido para salir del paso.
Un saludo,
Ruben
a mi estos experimentos trambién me gustan
ResponderEliminarsigue así